8N / 7D: Dos día de una Argentina divida. ?¿Nacerá una oposición o será simplemente un día de apoyo a Clarín?. Por Valentino Modigliani Se acerca el 8N, el dí
Se han guardado los cambios.
Las dos caras de la Argentina. |
Se acerca el 8N, el día de la marcha de la oposición supuestamente autoconvacada. Autogestionada como el 7D ¡Independientes expresándose políticamente! Ah…. Por si no se entendió: es una ironía. Y claro, porque ninguna de las dos marchas es independientes: no lo son por que las dos tienen objetivos específicos que será trascendidos por la disputa política entre los sectores en puja. Por un lado, la implementación de la ley de medios (lo cual es una verdadera fiesta puesto que luego de más de 25 años de lucha por parte de cientos de Organizaciones sociales, ONG, entre otras y su aprobación en el senado hace casi tres años, entrara en vigencia) se verá trascendida por la dimensión política. El oficialismo necesita un día simbólico para medir fuerzas.
Ahora bien, uno sabe desde el principio que este día es la implementación de la Ley de Servicios Audiovisuales, pero también que es un movimiento político desde el Gobierno. Pero lo que muchos desconocen es lo que es el 8N. Desde su configuración –o al menos la supuesta públicamente- se trata de una marcha nacional en contra del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero también se vio trascendida por intereses. En este caso de una sola empresa, AGEA-Clarín.
Desde el Grupo Clarín –siendo los mayores damnificados ante la nueva ley puesto que representa al mayor monopolio mediático de la Argentina-, han defendido el 8N y hasta han puesto a la venta remeras con la insignia de ese día. Pero lo que más sorprende, son imágenes que andan circulando entre los ciudadanos comunes donde se valoriza que “Con un gran 8N no habrá 7D”. Es decir, lo que se resalta es que si se marcha el 8 de noviembre la ley de medios no se implementara.
Increiblemente una marcha opositora termina aludiendo al 8N como el impedimiento de la implementación de la nueva ley de medios. |
La realidad es que la Argentina de hoy esta dicotomizada en dos sectores. Uno de ellos, apoya el proyecto de país y el modelo kichnerista. El otro, simplemente lo repudia. No tiene un modelo de país a seguir, ni un proyecto. Simplemente quiere que se vaya CFK. No tiene pensado quien será el próximo presidente si se va. Es un reclamo de necesidades a corto plazo. Por eso –quizás- es que dicho día este siendo manipulado por un grupo económico que ve –que dicha ley- le traerá consecuencias negativas a largo plazo.
El 8N tiene que tener vida en la Argentina. Como lo he dicho -anteriormente-, una democracia sin oposición no es democracia. Pero para que esa oposición sea democrática, tiene que organizarse bajo una línea de puntos que los una. Y esos puntos de unión, no pueden ser el odio, desprecio hacia un presidente electo. Es verdad que no todos harán lo mismo, muchos tienen un pensamiento elaborado a la hora de críticar y por eso marcharan. El tema es que esta falta de una determinación política, es la que permite que el 8N sea un día más cercano a las necesidades de un grupo empresario que a las de expresión libre y soberana de un pueblo que quiere decirle basta a Cristina Fernández de Kirchner.
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