ENTREVISTA A JUANA MOLINA
"El día llego"
POR IVÁN LOMSACOV.
ILUSTRACIÓN DE MATÍAS SAVOLDI.
Diálogo con Juana Molina, que el sábado 17 volverá a mostrar en Córdoba la peculiar música que ella anhelaba poder hacer en algún momento. Esa música nacida de la convencida fidelidad a sí misma, lejos de toda complacencia y especulación, que seduce públicos en Europa, Japón y Estados Unidos.
La letra del tema del tema “Un Día”, de Juana Molina pareceexpresar el anhelo que ella puede haber sentido hace unos 15 años, cuando ya había pateado a un lado su gran éxito como cómica de la tele y había iniciado su carrera de cantautora pero no se sentía representada con su álbum debut. “Un día voy a ser otra distinta / voy a hacer cosas que no hice jamás / No va a importarme lo que otros me digan / ni va a importarme si resultará (…) Un día voy a hacer todo distinto / Me gustará (…) ¿Cuándo será?”, dice en esa canción que da título a su disco más reciente, editado en 2008.
Rara, producido en 1996 por Gustavo Santaolalla –en pleno auge de su varita consagratoria de rockeros latinoamericanos– y publicado por la filial argentina del sello Universal, tiene un sonido pop-rock de guitarra ligeramente oscuro, en sintonía con gran parte del rock que en ese momento se desplegaba a nivel internacional. “La moda era la música ‘alternativa’, y todo tenía que sonar medio… grunge”, sintetiza ella. Y en cuanto el disco comenzó a circular, Juana sintió que aunque ya se estaba emancipando –no sin conflictos– de la expectativa con que el público masivo trataba de retenerla encasillada en su/s rol/es televisivos, todavía no se había liberado de las demandas ajenas, de ‘lo que había que hacer’. Sentía que todavía no estaba siendo fiel a sí misma, que no se estaba pudiendo vincular realmente con lo que ella quería tocar y cantar.
Pero ese día que la canción “Un día” parece ansiar y profetizar, ya llegó, hace rato. “El cambio básicamente se produjo por haber estado trabajando en soledad absoluta sin tener en cuenta lo que tenía que sonar y cuál era el sonido de moda – explica Juana–, pasó por estar más segura de lo que yo estaba haciendo, sin tener en cuenta lo que pasaba afuera, por tener una postura más clara de lo que quería hacer. Fue una decisión de decir ‘Yo soy esta’, musicalmente, de entregarme a las cosas que me vibran y me resuenan, al componer. Y no usar la cabeza, porque la mente, los pensamientos, se interponen entre uno y el resultado”.
Desde que encaró su segundo álbum, titulado precisamente Segundo y editado en 2001,
Juana Molina produce completamente sus discos, siguiendo pura y exclusivamente la dirección
de sus deseos: compone, se graba y lo mezcla ella misma, provechosamente aislada
en su hogar, conectada con todo lo que quiere hacer aflorar, que es más de adentro que
de afuera, aunque el paisaje sonoro de su entorno semi-campestre también tiene cabida.
El resultado se mantiene en la línea de un pop sereno y envolvente, casi sin exaltaciones, pero
suma una enorme cuota de libre y meticulosa búsqueda experimental y el recurso a
herramientas electrónicas en convivencia con la guitarra, que otorgan una complejidad y sutileza
sonora en la que loops y samplers se superponen en múltiples capas y se suceden en…..
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http://www.revistalacentral.com.ar/pdfs/19/juana-molina.pdf
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