Argentina jugó el partido que
los cordobeses tanto estaban esperando y la fiesta fue completa. La selección
ganó, gustó y goleó en un Mario A. Kempes repleto. Fue 3-1 con goles de Di
María, Higuaín y Messi. El tanto de los guaraníes lo marcó Fabbro.
Al final llegó el día que toda la
provincia de Córdoba anhelaba. La selección argentina de fútbol piso suelo
cordobés para jugar el partido correspondiente a la 7ma fecha de las
eliminatorias Brasil 2014. 57 mil cordobeses pudieron presenciar el espectáculo
deportivo más importante del año. La cita era el día viernes a las 20.10 horas
pero el Mario Alberto Kempes empezó a coparse ya a las 16.30 horas cuando se
abrieron las puertas. Para las 19.30 el estadio ya estaba repleto, pintado de
celeste y blanco.
El partido comenzó como fue todo su
transcurrir y su final. Con Argentina dominando a un Paraguay que venía a
Córdoba a hacer su negocio y sacar aunque sea un empate. Llegó rapidito el
primer gol. Un desborde de Lavezzi por derecha, un pase para Higuaín que rebotó
en un defensor paraguayo y que con un poco de fortuna le quedó a los pies a Di
María que metió un zurdazo (que se desvió en Lavezzi) y la pelota se clavó en
el ángulo. 1-0 para Argentina a los 2 minutos de empezado el partido.
Con el correr de los minutos el
seleccionado local acrecentó su poderío. Messi era realmente imparable para los
volantes y defensores guaraníes, igual Di María por la banda izquierda y Gago
era el dueño del mediocampo. Pero la sorpresa llegó a los 16 minutos. Un centro
desde la derecha al área argentina hizo que Braña meta la mano y cometa un
penal digno de un pibe categoría 99, que luego Jonathan Fabbro (argentino
nacionalizado paraguayo) cambie por gol y haga estallar al puñado de paraguayos
que se habían llegado al estadio.
Todo en tablas como en el inicio. Pero
sólo en el resultado porque en la cancha Paraguay veía la pelota pasar y no
podían parar a los picantes Messi y Di María. Y poco le duro a los guaraníes el
festejo ya que Gonzalo Higuaín a los 30 captó un mal pase del mediocampo
paraguayo y definió como enseñan los libros: cruzado contra un palo dando la
ventaja a la Argentina nuevamente. Y para anticipar lo que iba a pasar más
adelante, antes de finalizar el primer tiempo Messi estrelló un tiro libre en
el palo.
En el segundo tiempo Argentina siguió
dominando el cotejo. Con Messi a la cabeza, siempre jugando por abajo, sin
tirar ni un solo pelotazo, intentando un juego vertiginoso pero sin
desesperarse. Y los argentinos fueron para adelante. Primero la pulga con un
mano que hizo agarrarse la cabeza a todos los presentes porque, ante la apurada
salida de Villar, Messi metió una preciosa vaselina que pegó en el palo y no
pudo entrar. Sólo faltaba eso, el gol del astro. Hasta que a los 18 minutos,
tras una de las decenas de faltas que le cometieron, se paró al lado del
esférico, respiró hondo y con un zurdazo estampó la pelota al lado del palo
izquierdo del arquero y selló el 3-1.
Argentina terminó floreándose, con tres
puntos valiosos, puntera en la tabla y con la gente feliz al coro de “...y de
la mano de Leo Messi toda la vuelta vamos a dar”.
Lo
que viene. La selección albiceleste ya dejó atrás este triunfo para
enfocarse en la 8va fecha que será el próximo martes a las 22.25 horas en Lima
contra el seleccionado peruano. Para este partido el técnico Alejandro Sabella
ya podrá contar con Javier Mascherano que purgó la fecha de suspensión que le
impidió jugar vs. Paraguay. El que no podrá ser de la partida es Sergio Agüero
que no se recuperó de una esquince de rodilla.
FOTOGRAFÍA:
www.notio.com.ar
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