Captar en el cerebro de una persona lo que está pensando, un tema muy tratado en la ciencia-ficción, no es posible de manera detallada, pero sí para nociones muy simples y también, como ahora corrobora un nuevo avance científico, para las emociones.
Por vez primera, se ha conseguido identificar qué emoción está experimentando una persona, sin más elemento de juicio que el análisis de su actividad cerebral. El logro es obra de especialistas de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos.
Combinando resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI) con aprendizaje automático en un ordenador, a fin de medir e interpretar las señales cerebrales, el equipo del profesor Karim Kassam ha desarrollado una técnica que permite leer con precisión emociones en individuos.
Hasta ahora, las investigaciones sobre emociones se han visto bloqueadas por la falta de métodos fiables para evaluarlas, sobre todo teniendo en cuenta que mucha gente se resiste a informar sobre sus sentimientos con total sinceridad, ya sea ante los científicos que investigan sobre emociones humanas, como incluso ante psicólogos a los que acudan cuando tienen un problema
Esta situación se complica más aún por el hecho de que muchas respuestas emocionales pueden no ser experimentadas conscientemente.
La nueva técnica de identificación de emociones basada en la actividad neural se basa en descubrimientos previos de Marcel Just y Tom M. Mitchell de la Universidad Carnegie Mellon, quienes utilizaron técnicas similares para crear un modelo computacional que permite identificar los pensamientos de una persona sobre objetos concretos, una vertiente de la capacidad que coloquialmente puede ser definida como "leer la mente".
La investigación más reciente introduce un nuevo método con buen potencial para identificar emociones sin depender de la capacidad de las personas para expresarlas, tal como destaca Kassam. "Podría ser usada para evaluar la respuesta emocional de una persona a casi cualquier tipo de estímulo, como por ejemplo una bandera, una marca, o un candidato político", es la revelación, un tanto inquietante, que hace Kassam.
Las emociones que se pueden identificar con la nueva técnica son: alegría, tristeza, miedo, enfado, asco, envidia, deseo sexual, orgullo y vergüenza.
Un descubrimiento sorprendente de esta investigación es que, al parecer, las señales típicas de cada emoción no están limitadas a regiones específicas del cerebro, como por ejemplo la amígdala, sino que conforman patrones característicos por diversas regiones cerebrales.
Fuente: Noticiasdelaciencia.com
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