Al analizar un poco los últimos años de nuestra historia Argentina, vemos que los males que nos viene socavando desde los cimientos, siempre están relacionados con las políticas neoliberales “recomendadas”(impuestas) por el F.M.I. Y cabe recordar que, la aceptación de estos concejos no fue pacífica ya que le valieron al país una plaza bombardeada, dos décadas infames (´60 y ´90), casi 30 años de dictaduras militares, desaparición de personas, violación de derechos humanos y –finalmente- en 2001, una profunda crisis estructural tanto a nivel económico-social como político. Y no discriminó entre peronismo, radicalismo, trotskismo, socialismo, etc. La crisis nos atravesó a todos porque sus cimientos son ajenos a nuestros conflictos internos. Porque en última instancia, todo se debió a un simple y nefasto suceso: el nacimiento del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial entre el 1 y el 22 de julio de 1944 en Bretón Woods. Ese evento, marco los posteriores 60 años del mundo debido a la insistente obligación de adoctrinamiento que demandó el neoliberalismo y sus métodos de endeudamiento como modelo de progreso.
Si, escucho bien. ¿Vio que siempre le llaman por teléfono para ofrecerle una tarjeta de crédito nueva? ¿Vio que siempre le ofrecen prestarle plata? Al fin y al cabo, lo único que buscan es que usted se endeude, porque si se endeuda, lo tienen sujeto a la palma de su mano. Ya sea a una persona, una familia, un país o una región. O como sucedió entre 1945 y 2009: todo el mundo. Y así, colapso su familia, la mía. Pero también, colapsó Italia, España, Colombia, Francia, etc. Colapso todo el sistema, cada país en occidente vivió su propio 2001… pero Argentina – a diferencia de muchos otros países- realizó una estrategia, muy inteligente, para poder sobre pasar, de forma veloz, la crisis y comenzar a rediseñar sus políticas económicas desde una perspectiva propia.
No es mi idea alabar ni caer en el ensueño del todo "está bien", pero tampoco está en mis intenciones caer del otro lado, donde el rencor y el silencio de quienes no participan, les lleva a creer ciegamente en que "todo está mal". Hay muchos colores además del blanco y el negro. Los cuales, vale decir, son matices no colores. Aclarado esto… vamos a analizar un pequeño -gran- suceso en nuestra historia. Porque no hay peor pecado que el olvido.
Néstor Kirchner llegó al poder y lo hizo con tan solo el 22% del apoyo popular, pero contaba con el apoyo del PJ duhaldista y con una certificada necesidad de transformar la forma en que se administraban las arcas públicas de la nación. Una deuda externa superior a los 144 mil millones de dólares (que en dicho momento se desconocía porque ni siquiera se sabía cuánto se debía y - de todos modos- pagábamos), las empresas privatizadas y fundidas y un P.B.I estancado como el agua de una pileta en invierno. Frente a esto, surgió un espacio político donde las decisiones eran fundamentales. Y aquí donde surge la posibilidad. El juego político de Néstor, se hacía entonces, necesariamente complejo. Puesto que para poder tomar decisiones, necesitaba poder, pero -para tener poder- tenía que sumirse ante otro más poderoso. Es así que sus estrategias políticas se basaban en la sumisión, luego el despliegue y –finalmente- la acción. Es decir, primero agachó cabeza ante Duhalde, luego se desplego en el interior de sus ramas de poder y –posteriormente- actúo en consecuencia: corriendo a Duhalde de la escena política. De este mismo modo, actuaria en otros eventos políticamente importantes, pero aquí voy a remarcar uno que marcaría trascendencia histórica para nuestro país: la renegociación y el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional.
Aún cuando no era de las deudas mas agravadas y determinantes a nivel monetario, dicha deuda si lo era en cuanto a la libertad de acción económica, política y social; puesto que, esa deuda, hacia que el país no solo se encontrase sumido en el respeto obligatorio de las recetas del Fondo, sino que cada vez se endeudaba más en un juego cínico y siniestro de números ficticios. Entonces, para realizar una revolución económica y redefinir las estructuras, era necesario sacarse de encima a ese F.M.I. que actuaba realmente como un usurero.
¿Cómo se libero Argentina? Pagando. Pero pagar todo no era justo, por eso se renegocio la deuda. Aunque no fue una tarea fácil, nuestra nación salió bien parada y fue gracias a la audacia y el genio político del pingüino.
[[[[[[ En la renegociación de la deuda externa con los acreedores privados, Argentina tensaría al máximo las negociaciones con los acreedores y el FMI en búsqueda de un acuerdo favorable. Con el apoyo de numerosos países, economistas de primer nivel mundial como Stiglitz y organizaciones como la CEPAL, Argentina logrará una renegociación muy favorable en febrero de 2005, que le permitirá pagar un dólar por cada tres de deuda original(…) De esa forma, se pudo liberar una cantidad muy grande de recursos para la inversión y el gasto social, como sintetizaría más tarde el ministro de economía Bodou: “Hasta el 2002 los presupuestos tenían 5 % o del PIB para pagar la deuda externa y 2 % para educación. En el 2011, 2 % para la deuda externa y 6.5 % para educación” (Navarro, 2010) (…)A nivel internacional lo más importante en este periodo fue el reconocimiento diplomático de Cuba, la revitalización del Mercosur y el rechazo al ALCA en la cumbre de Mar del Plata de junio de 2005, que pondrá fin al proyecto regional de Estados Unidos. Este paso implicará también, el fin de la luna de miel inicial con el gobierno de Estados Unidos, que tuvo su explicación, a nuestro entender, por la prioridad que el gobierno argentino había inicialmente concedido a la renegociación de la deuda, y a la búsqueda de la neutralidad del gobierno estadounidense en esta cuestión.]]]]]]]]]]]]]]] [1]
Hoy ya van 10 años de kirchnerismo, el cual ya no es lo mismo –sobre todo- porque ya no está Néstor Kirchner y el cristinismo tiene otros conflictos y proyectos políticos. A una década y en la proximidad de las elecciones, es bueno recordar este tipo de acciones. Lo es, porque son cuestiones que han determinado el modo de vida que hoy tenemos, porque –aunque no le parezca- sin esa medida, hoy, estaríamos muchísimo peor. Es bueno repensar lo que ha sucedido. Lo bueno y lo malo. Lo correcto y lo incorrecto. Hay que ver quienes hacen y quiénes no. Hay que repensar la historia de nuestro país, porque después de 2005, todo cambio. Y no es un alabo al kirchnerismo, sino al propio Kirchner. Quien actuó de forma valiente y patriótica. Y si me pongo a comparar, bueno… sería demasiado.
Lo único que le pido es que piense libremente, actué en consecuencia y no se deje engañar. Eso sí, piense y fíjese quien hace y quién no. No le hablo de votar al kirchnerismo, le hablo de aprender de sus virtudes y reinventar sus errores. Porque en última instancia, un país se hace entre todos.
[1] Alejandro Dabat. “El nuevo rumbo de la economía argentina bajo el kirchnerismo”. México, 2012.
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