Que florezca el sentimiento, que el corazón se deshaga como un trozo de carne cocinado en un horno de barro. Que el cuerpo se encienda en un fuego que arrasa como el producto de una sequia. Que la mente se despierte como una mañana calurosa de abril. Que los días sean el aire que respira el humano para vivir. Que tus besos sean el néctar que se cocina en el polen de las flores. Que los ojos sean límpidos como una noche estrellada de verano en plena oscuridad. Que el tiempo sea efímero como la propia eternidad. Que el amor, renazca en el punto más sagrado, mas vital, como el agua de un manantial serrano. Que el deseo, sea el motor de una locomotora que recorre el continente de punta a punta. Que la envidia se desvanezca en el aire como la sutil chispa humeante de un fosforo de mala calidad. Que el silencio sea compañía como el niño que descansa en el vientre de una madre. Que la soledad sea templanza de la vida en el silencio de las serranías. Que tus manos sean la fuerza de un bu