Ir al contenido principal

Lugares hermosos y accesibles para disfrutar de unas vacaciones en Argentina

Y nos queda una puerta abierta....



Néstor no fue ni el caballero protector del santo grial (como lo pinta los que son mas papistas que el papa), ni un entreguista neoliberal (como lo tildan sectores izquierdistas opositores), ni un zurdo activo (como señala el ala conservadora de la clase dominante). Néstor Carlos Kirchner fue transformación y la puerta ya esta abierta. Más allá de las críticas pertinentes que se le puede (y debe) realizar, el kirchnerismo significa un modo nuevo, distinto de ver la política Argentina. Un cambio. Con un modelo de país firme. Una forma renovada de gobernar la nación. Una visión política que plantea la transformación de las estructuras sociales, políticas, económicas, culturales de la sociedad Argentina. El cambio esta dado, si el país avanza o retrocede, solo dependerá de la conciencia que tomemos todos y cada una de los argentinos, como miembros de la sociedad civil.
El momento histórico nos invita –casi obligadamente- a participar. A participar activamente, a tomar posición. A dejar de lado, el ser oposición por el solo hecho de oponernos y tomar conciencia de las necesidades que afrontan la Republica Argentina y Latinoamérica. Ya no estamos solos. Ya sabemos, por lo menos,
hacia donde vamos.


Después de mas de 50 años de lucha entre un modelo nacional y la forzada integración al modelo globalizante propuesto por el liberalismo norteamericano (y su versión postmoderna, el neoliberalismo), la Republica cae en un estado de desesperanza, desarraigo, crisis económica, social y –por sobre todo- en un vacío político. Un vacío de poder. La gente no podía evitar cuestionar de forma univoca el porvenir. “¿Qué vendrá ahora?”, “seguro es mas de los mismo”, “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”… teniendo en cuenta solo algunas de las vociferaciones que dejaban entrever el marco político-social de aquel tiempo. El bipartidismo imperante entra en decadencia y comienza a perder lugar. Ni peronismo, ni radicalismo tienen legitimidad. La política entra en un estado permanente y ascendente de “perdida de credibilidad”.

La desconfianza de un pueblo defraudado durante décadas (¡vaya paradoja!, el pueblo es defraudado –principalmente- por un individuo que decía “síganme, no los voy a defraudar”) se ve materializada en su postura frente al estado. El sector social encargado de tomar las grandes decisiones comienza a perder espacio. Se da un estado de ausencia de poder explicito (el estado pierde su valor). Y como creerle a un estado que se río de las necesidad de los jubilados, que aprobó leyes en contra de la educación, que privatizo todas y cada unas de las empresas nacionales aniquilando la industria interna? ¿Cómo confiar?. Todo esto, sumado al hecho de incrementar la deuda externa para empobrecernos mas (¿Cómo se explica eso?), tener política entreguistas… y, lo peor de todo, generar una deuda con civiles de Francia, Italia, España, etc. con una política económica con menos credibilidad que el llanto de Andrea del Boca en el velatorio de Kirchner. El estado deja de ser argentino, se vuelve un enemigo explicito de su propios habitantes. Los políticos que se muestran como La renovación terminan jugando el mismo juego. El país se ve envuelto en un círculo vicioso. Su clase dominante es viciosa y no permite los vientos de transformación.

En un contexto de desarraigo, Menem (representante máximo de ese modelo vicioso) gana las elecciones en 2001 con un 24% de los votos, frente un desconocido Néstor Kirchner con un 22%. La ley es clara: El ganador debe sacarle, al menos, un 50% de diferencia al segundo. Entonces, hay ballotage.
Todos los postulantes y sus votantes apoyan a Kirchner. No por creer en sus propuestas, sino por no votar al riojano. Pero ante un inminente triunfo con una probabilidad de voto superior al 70%, Carlos Saúl Menem decide bajarse del ballotage para evitar ser sepultado políticamente, alegando que “las condiciones no son propicias debido a las irregularidades de los comicios”. Sabe perfectamente que si el desempate se lleva a cabo, Kirchner será recordado como el presidente con más votos en la historia Argentina. Un político aun desconocido, sin antecedente real en la política nacional, entrando en las páginas de la historia sin mostrar quien es; le parece inconcebible al hombre de las patillas noventonas. Hombre que no acepta su derrota y la necesidad social de su alejamiento definitivo de la política. Esto se comprueba, cuando en los comicios de 2007 se presenta nuevamente.

Así, Néstor Carlos Kirchner ganaba las elecciones siendo el presidente con menos votos en la historia política nacional. Aceptando tener menos votos que el porcentaje de desocupación que padecía el país en el momento de su Asunción.
El país esta en llamas. Pobreza, desempleo y desnutrición son solo algunos de los conflictos imperantes como consecuencia de la debacle económica que nació en Marzo de 1976 y culmino trágicamente con el argentinazo de diciembre de 2001. Veinticinco años de políticas económicas totalmente antipopulares, correspondiéndose a intereses ajenos a los de la Argentina. En ese contexto nace una propuesta que aglutina viejas ideas, pero que contiene en su interior una alternativa.

Ante un país así ¿Cómo gobernar?

El apoyo del pueblo es casi inexistente, por lo que el vacío de poder da lugar a una necesidad de formar nuevos espacios de poder. Es así, que nace el kirchnerismo militante. Nace un modelo de país que pregona la integración latinoamericana antes que los acuerdos históricos con Estados Unidos. Que invierte en la producción nacional antes que dejar que nos abastezca la industria internacional. Reactiva la economía. Paga definitivamente la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Genera políticas de Derechos Humanos dando lugar político a las nuevas generaciones, a las nuevas formas del quehacer político argentino: los movimientos sociales. Acepta de forma explicita la participación del estado en la violación de Derechos Humanos de LESA humanidad. Delito condenado por la propia ONU y la UNESCO.

Mas allá de la lectura política que puedan realizar personas como Mirta Legrand (“La gente dice que se viene el zurdaje”) o los sectores más conservadores de la sociedad, el lugar lo abrió a las nuevas ideas, a la juventud. Estos espacios, representados –principalmente- por la renovación generacional, dan lugar a la crítica y la reflexión. Es cierto que utiliza los sectores para formar poder, para generar estabilidad en su gobierno… es cierto, pero los jóvenes vaciados de contenido, durante casi treinta años, comienzan a tomar responsabilidad militante. Se politiza la sociedad Argentina, otra vez. La gente se atreve a pensar luego de casi treinta años de silencio, lo cual provoca –obviamente- enfrentamientos, discusiones y fuerte diferencias, pero los argentinos viven en democracia. Piensan en democracia. Discuten en democracia. Se enfrentan en democracia. Se animan a expresarse. Todo esto, por supuesto,-y valga la redundancia- fortalece la democracia. Por que lo que Cobos provoca con su voto no-positivo es algo “moralmente inconcebible en el juego político, pero lo hace en democracia y bajo sus responsabilidades”. Reconstruyen las bases económicas y -por sobre todo- deja entrever una forma de gobernar, un modelo de país. Un camino a seguir.

El sector empresarial tiene lugar en la economía, recupera su espacio. Con todas las controversias que puedan generarse, pero recuperan su terreno. El campo se reactiva. No gusta de ciertas políticas estatales, pero se fortalece como nunca. Los pequeños y medianos productores tienen niveles de participación histórica.

Es cierto también, que el kirchnerismo cometió errores graves como designar a Julio Cleto Cobos como vicepresidente de la nación (habiendo sido este expulsado del partido radical por traidor); por permitir la explotación minera a cielo abierto; por no tomar partida activa en la aprobación de la ley de protección de bosques y glaciares… por no generar mayores políticas de incluso; por mantener activo el aparato político corrupto del PJ…. Es cierto, pero después de 2001 hubo una acción marcadamente comprometida. Siempre limitado por los vicios del sistema político. Luchando y ganando espacios. Así, podemos decir también, que tuvo grandes aciertos como la nacionalización de las AFJP y la ley de medios audiovisuales (con todas las criticas que merecen de igual modo).


Sin mas que decir… de miles de cosas que callo.


Faltando nombrar un sin fin de virtudes y errores, el gobierno de Kirchner deja en vida un nuevo modelo de país, una nueva forma de ser argentinos. Abre una puerta, una esperanza que ilumina un camino ante décadas de oscuridad política.
No es un santo, ni creo que sea un mártir como lo han catalogado las hipocresías mediáticas argentinas. No. Lo que si hay que ver es que Kirchner significo y significara a nivel histórico, una renovación. Cambio de dirección. Mirada introspectiva. Discusión. Y no solo eso, sino que, con su muerte, queda vivo un movimiento que le trasciende. Un espacio político que llevara su nombre, pero en pos de un modelo de país que no se basa en un individuo. Es un movimiento de sociedad. ¡Gran diferencia con las propuestas individualistas de Macri, Cobos y, hasta quizás, Duhalde! (No olvidemos que gran parte de estos muchachos participaron en los noventa). Un lugar de construcción que supera a la personalidad, a lo pregonado por el propio mandatario.
Por ello, merece el respeto que se le ha de tener. No ha de ser santificado como el Jesucristo de la era moderna, ni el Guevara del 2001. Eso es rimbombante, es la terminología que utilizan los que buscan rédito político de esta situación.

Se fue Kirchner y dejo abierta una puerta en la Argentina. Un modelo que pregona la patria grande, la unificación continental. Una forma de hacer política que nos dice a los argentinos “si, se puede vivir mejor”. Con las criticas pertinentes que merece, con la supervisión constante que necesita todo estado de poder. Hoy esa puerta se llama Kirchnerismo, pero es tan solo una forma de llamar a la transformación. Es tan solo un nombre que nos dice “Argentinos, a pensarnos desde nosotros mismo”.


Fotografias:
* http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://lapuertaalternativa.com.ar/wp-content/uploads/2009/03/puerta-abierta.jpg&imgrefurl=http://lapuertaalternativa.com.ar/fotos-de-elena/&usg=__r6LvMBmZ_nnbDN76LpeOZ31StGA=&h=1944&w=2592&sz=519&hl=es&start=0&zoom=1&tbnid=IZUjmGQ8JxFAIM:&tbnh=165&tbnw=220&prev=/images%3Fq%3Duna%2Bpuerta%2Babierta%26hl%3Des%26biw%3D1020%26bih%3D504%26gbv%3D2%26tbs%3Disch:1&itbs=1&iact=rc&ei=zw7OTO_tKcSBlAfA44zlCA&oei=zw7OTO_tKcSBlAfA44zlCA&esq=1&page=1&ndsp=10&ved=1t:429,r:7,s:0&tx=86&ty=87

* http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/noticias/201006/15/fotos/5751301.jpg&imgrefurl=http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100615/opinion/guggenheim-urdaibai-puerta-abierta-20100615.html&usg=__7fn_F54WLZ3iDMt4cX9qaIMk-wg=&h=230&w=300&sz=18&hl=es&start=93&zoom=1&tbnid=Nlvc6FcGW9znaM:&tbnh=167&tbnw=217&prev=/images%3Fq%3Duna%2Bpuerta%2Babierta%26hl%3Des%26biw%3D1020%26bih%3D504%26gbv%3D2%26tbs%3Disch:1&itbs=1&iact=rc&ei=Bw_OTJbMINLtnQeixfAl&oei=zw7OTO_tKcSBlAfA44zlCA&esq=12&page=12&ndsp=9&ved=1t:429,r:8,s:93&tx=88&ty=93

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Leones en Florencio Varela: Una profecia de un futuro inesperado.

En Florencio Varela se encuentran seis jaulas con leones que han sido abandonados por un circo. Nadie se percata que estos animales están perdidos en la intemperie. Luego de unos días, el hambre y la desesperación los ayudara a huir. Así, el león se introducirá en un nuevo ecosistema. Se reproducirá y comenzara a ser cada día mas común en el continente, a tal punto, que Florencio Varela será un lugar peligroso no tanto por “Flagelo de la delincuencia” (como gustan decir algunos sectores sociales para ocultar su indiferencia), sino por que también habrá que tener cuidado con los leones sueltos viviendo en los suburbios del barrio porteño. En los alcantarillado o canales. En principios, se comerán los perros y gatos de la calle o todo aquel animal que encuentren… El hombre dará resistencia por lo que le tendrán miedo. Pero, luego, nos perderán el respeto infundido y aprenderán a casar humanos. Salir de noche y regresar caminando en estados alterados de conciencia serán eventos cargad

La crema de Guddbrandsdalen

Guddbrandsdalen era un lugar donde todos convivían de forma apaciguada. Allí se conquisto la paz y, la misma, tomo la forma de comunidad. Todos en ella, trabajaban en conjunto buscando su propio bienestar. Las personas gustaban de vivir allí por lo que todos sus habitantes se ayudaban entre si. Como una manera de ganarse el pan de cada día, toda la comunidad trabaja para el reino del lejano Pompeyo, lugar al que vendían los productos de su receta más famosa. La misma era un misterio. Sus manos guardaban el secreto. Era única. Por eso, los reyes de todo el mundo la deseaban. Se decía que la misma venia de los propios cielos; en los pequeños pueblos de Pompeyo, se murmuraba que la misma era elaborada con la ayuda de ángeles y que su sabor era el de las propias nubes. Por eso, la llamaban “la crema del cielo”. Los reyes perdidos en sus ostentosas necesidades, querían adueñarse de ella. No soportaban la idea de tener algo tan sabroso al alcance de sus manos y no poder saber como hacerlas

Besos

Hay bocas que al besar, muerden. Y al morder enseñan su fogosa actividad. Otras no entienden y empalidecen en el ritual. Hay labios que miran y excitan. Su solo movimiento nos atrae hacia otra realidad. Hay besos que comen y mastican, tan suave que siempre quieres ser comido. Lo buscas. Hay besos que te agarran desprevenido y te sazonan la razón, dejándote en fuego. Aunque no es solo un beso. Hay otros que se esperan y se piensan; y, aun así, pensados, esperados…nos sorprenden. Lo hacen porque nos dejan sin palabras. Son los besos que tanto pánico les da a los escritores. Esos que no se dejan describir, aquellos que no se repiten, no se entienden y dejan la cabeza en una placentera nulidad. Por eso le temen, porque luego de esos besos, quedan sin ideas, flotando en la boludez, por horas y, quizás, hasta toda una vida.