La muralla china se encuentra frente a ti. Unos 1200 Km. impedirán tu paso vayas por donde vayas. Hables con quien hables te ignoraran pues eres tan solo un bárbaro que intenta destruir el imperio chino. Tus ideas son puras y renovadoras, no tienes un sistema en mente pues te basas en la vida nómade, espontánea de vivir sin los límites de un sistema opresor. Pero tus modos son sinceros. Tus metodos tambien. Crees realmente en lo que dices y actúas en consecuencia, pero ese maldito muro no te permite avanzar. Esas piedras que dividen tu mundo del de los demás es el que te mantiene apartado. Esas rocas tiesas que lastiman tus manos cuando las intentas escalar hacen que tus sueños sean solo sueños. Que tus deseos se encuentren frente a brechas de enormes senderos intransitables.
Tus pies pisan fuerte. Tus manos se sujetan al calizo. Tus dedos intentan aferrarse. Tu mente delira. Las lagrimas caen por tus ojos sin cesar. No puedes evitarlo. Estas fuera y nada de lo que digas sirve si nadie puede escucharte. Te dices distinto pero esa distinción te mantiene aparte del todo. Intentas destruir un imperio por ti mismo, pero ni siquiera puedes estar dentro de él y ver como funciona.
Enloqueces. Te encierras en ti mismo intentando buscar la forma de lograr lo que buscas sin perder eso que te hace tanto ser tu mismo. Tienes una batalla de raíces y costumbres. De cultura e identidad. Reafirmas lo que eres. Pero sigues fuera. Sigues tras ese gran murallón. Maldices al sistema y hasta tomas represalias contra él. Nada cambias. Nada logras. Sigues fuera. Crees que estas dentro pero no es así. Estas fuera y tu voz no tiene la fuerza para atravesar el muro. Tras de él hay millones de oídos vírgenes. Pensamientos inactivos que no conocen un mundo más allá del muro. Tu traes ese mundo pero no pueden oírte, pues no estas allí. Tú traes un nuevo mundo pero al no esta dentro no sabes como es el mundo al que te opones. Continúas luchando contigo mismo. Solo eres tú y la soledad. El viento y la noche. Te alimentas de alimañas que deambulan por el desierto. Bebes de forma ilimitada. Luchas por una igualdad que tú no consigues al estar aislado de ese universo. Comienzas a abrir los ojos y ver lo que realmente sucede. Descubres que tu vestimenta, tu rostro, tus pensamientos y tus renovaciones no puede ser mas que rechazadas en un lugar donde vivir es un hecho mecánico. Donde vivir no es una cuestión de individuos sino de valores numéricos. Abres los ojos y descubres que siendo un bárbaro no puedes vivir en la China imperial. No. Siendo un salvaje no puedes mezclarte entre la civilización. Tal vez, logras altos grados de tolerancia y lo intentas pero la pregunta es ¿Quién te lo permitirá?.
Entonces, finalmente lo descubres y das un cambio gradual en tu vida. Radical. Pero gradual. Comienzas a asimilar la vestimenta que tras el muro habita. Comienzas a utilizar sus códigos. Comes sus comidas, bebes sus aguas. Caminas sus calles. Trabajas en sus pueblos. Subsistes de sus manos. Cambio de forma tal que ellos mismos se convencen de que tú eres un chino. La aculturación es tal que nadie sospecha de tu pasado. El tiempo pasa y, hasta tu mismo, olvidas quien eras. Olvidas tu pasado para poder mimetizarte entre tanta vulgaridad de pensamiento. Todo te parecía banal pero ahora eres parte de eso que tanto detestaste.
El tiempo pasa y no te vas dando cuenta de que ahora eres uno de ellos. Ahora los propios bárbaros te detestan y buscan tu cabeza. Aquí es cuando ese vacío existencial deviene nuevamente en ti. SI, por que el peor enemigo de la conciencia es el conocimiento. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Esa fiera que antes eras abrió sus ojos con todo el dolor de su conciencia, pero este chino en el que te has convertido ahora ignora hasta el devenir de sus raíces. El dolor te sofoca el alma. Ya no hay nada que pueda calmarte.
En realidad, si. Abres nuevamente los ojos. Comienza renacer tu conciencia. Vuelves a recuperar esos pensamientos que te hacían único. Pero el cambio esta hecho. Tu mundo se ha mimetizado con el del muro. El muro piensa que eres parte de él. No sospecha de tu infidelidad interna hacia sus subyacentes estructuras. Ya estas dentro. Eres un bárbaro pero que vive entre los chinos. Eres un salvaje que sabe como manejar la civilización. Estas dentro del muro y eso seres con pensamientos puros ahora te escuchan. Ha llegado el momento. Eres el mismo de antes pero ahora…van a escucharte.
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Natty